Me gustaría primeramente darle las gracias a Dios Padre-Madre que me creo y sostiene mi vida con su energía de amor incondicional.
Al Espíritu de mis ancestros que me guían, siempre presentes en mi caminar por esta vida, compartiéndome su sabiduría y amor, dándome fuerzas para seguir con valentía cumpliendo mi propósito divino.
Hoy y todos los días doy las gracias a la fuente de vida que me sostiene, a mis guías, guardianes, Ángeles y Maestros Ascendidos: Divino Maestro Jesús, Arcángel Miguel, Arcángel Rafael, Arcángel Zadkiel, Ramatis, Justino, Regina, Pacal Votan, Mayas Galácticos, Virgen de Guadalupe, San Buenaventura, San Martin de Porras, hermanos: Lobo, Águila, Rana, Jaguar, Gato.
Honro, reconozco y doy gracias:
A mis padres Osvaldo y Mary, gracias por darme la vida, guiarme y sostenerme en este viaje de la vida.
A mis herman@s Teressa, Irene, Jessica, Osvaldo y Amelia gracias por su amor incondicional, gracias por ser mis cómplices de aventuras.
A mis prim@s, ti@s, cuñad@s, sobrin@s, gracias por ser testigos de mis aventuras, gracias por amarme y apoyarme incondicionalmente en mi caminar.
Gracias familia porque sin ustedes no tendría la fuerza para volar, gracias por sostenerme.
A mis maestr@s de vida: Uuc Kan, Uac Oc, Guillermo Torres, Patricia García, Ruth Vargas, Alma Vargas, Pedro Chairez, María Carreón, Leticia Candelaria, Lidia López, MaryCarmen López, Iglesia Católica, Iglesia Cristina, la hermandad, Ministerios Emmanuel, Sembradores de Paz, Abused Women’s Fund, Honrando mi Existencia, Wakili Oyinola Aduke McNeill, Flor Fournier, Betel López, Adrián, Keren López, Adam Sebastian, Dr. Mikao Usui, Dr. Chujiro Hayashi, Mrs. Hawayo Takata, Dr. Len.
A mis amig@s, que son esa familia incondicional, esa familia espiritual, gracias por acompañarme en mis locuras, por ser mi paño de lágrimas, porque, aunque a veces la vida nos lleva por rumbos diferentes, siempre siento su presencia y su amor conmigo. Gracias por estar en cada una de mis diferentes etapas de vida.
A mis tejedoras de sueños, mi tribu, gracias por hacer mis sueños realidad, gracias por conectarme con mi verdadera esencia, con mi propósito divino. Gracias por creer, por ser valientes y decir si a la vida.
Los amo, los honro, los reconozco y agradezco su presencia en mi vida. Gracias por permitirme compartir un pedacito de mi con cada uno de ustedes, y así permitir que este círculo de amor se siga expandiendo.