Estaba parada ahí frente al mar, frente a esta inmensidad que es la vida, que es la existencia. Que maravillosa y misteriosa vida. Mientras contemplaba esta magnífica creación, llegaste tú, así como llega una ola a la orilla del mar, con esa misma intensidad y con esa fuerza increíble. Te vi venir y me dio miedo, emoción, ilusión, esperanza, un remolino de emociones, sentimientos encontrados, cuestionamientos, felicidad. Llegaste como un milagro a mi vida, un regalo que pensé no recibiría del cielo. Me llenaste de amor, llenaste de VIDA mi SER! Que maravilloso regalo! Sentirte en mi vientre, sentir esa energía, tan real, tan llena de amor. Que increíble conexión!
Y así con esa intensidad que llegaste, te fuiste. Así de rápida como una ola, no pude detenerte, te me fuiste entre las manos, te perdiste en el mar de la creación, y ya no te encontré. Dejaste silencio y dolor.
Tuve vida y tuve muerte dentro de mi vientre en tan poco tiempo.
Siento que me asfixio mi pedacito de cielo. Sé que no eras esa sangre y eso…que habia en la taza del baño, sé que ese era tu vehículo para venir a la Tierra, que se estaba formando dentro de mí. Pero que difícil amor ver eso ahí, quería meter las manos a la taza y recogerlo, SENTIR(t)e con mis manos lo que pudo haber sido mí bebe, lo que era mi bebe.
No entiendo porque fue tan cortita tu misión aquí con nosotros. No entiendo porque no te pude conocer, ver tu cuerpecito. Cargarte entre mis brazos. Ahora mis brazos duelen con el peso de tu ausencia. Anhelaba tanto ese día que te escucharía llorar por primera vez, que vería tus ojitos por primera vez.
Iba a ir a escuchar tu corazoncito latir por primera vez, y en vez de eso vi mi vientre vacío, como un mar en calma, sin movimiento, tan solo una huella dejaste.
Esta será una cicatriz que no sé cuándo podre sanar mi amor. Dejas un vacío en mi corazón, en mi SER que no sé cómo sanara. En donde estarás ahorita, me estarás viendo, estarás en los brazos de Dios Padre, Madre. Mándame fuerzas desde el cielo para no ahogarme en este inmenso mar. Y si puedes un día visítame, aunque sea en un sueño, pídele a Dios y a los Ángeles que te traigan, quiero verte, saber que fuiste, saber que eres, saber que no estoy loca, que no te imagine y que algún día nos volveremos a encontrar en esta inmensa creación.
Deja un comentario